Dios tan solo ha creado dos instituciones: primeramente el matrimonio y después la iglesia y ambas están expuestas a un creciente ataque. Cuanto más nos separamos del diseño original de Dios para cualquiera de estas dos instituciones, más vemos cómo se descompone la sociedad. Sin embargo, si escogiéramos alinear nuestras vidas con lo que Dios tenía en mente en un principio, podríamos empezar a encontrarnos bajo el fluir de Su bendición y recibiríamos todos los beneficios positivos de Su provisión, protección, guía y cuidado.
 
Aun cuando muchas mujeres han recibido ayuda a través de esta enseñanza, mi objetivo principal en este estudio son los hombres. Quiero ayudar a los esposos a entender las tareas y responsabilidades que Dios les ha dado. También enseño esto para aliviar a nuestras esposas que tienen la presión del temor y la inseguridad al tener que asumir la responsabilidad que sus esposos han descuidado. Quiero mostrarles hasta qué punto la raíz de mucha de la opresión mental que sufren proviene de cuando asumen un papel y responsabilidad que nunca fueron creados para ellas.
 
Quiero ver cómo los jóvenes aprenden a relacionarse con la autoridad de sus padres de una forma más intencional, para así poder experimentar la promesa del mandamiento, “para que les vaya bien”. Cuando comparto este concepto con los jóvenes, y lo aplican, siempre se sorprenden al darse cuenta de cuánto más fácil es recibir la guía que necesitan, cuando hacen las cosas como Dios dice.
 
Ojalá que aquellos que se están preparando para casarse puedan recibir este mensaje ya que les evitará todo el dolor y el estrés que muchos de nosotros hemos tenido que experimentar de forma innecesaria por no haber conocido estos principios.
 
A continuación hay otras razones por las que deberíamos invertir tiempo en este estudio:
 
Si detestas tu matrimonio, tal vez lo que de verdad detestes es el fruto de estar fuera del orden de Dios.
Si te sientes atrapado en un matrimonio sin vida y has llegado a la conclusión de que el problema lo tiene tu cónyuge, pero no ves que lleguen a cambiar, tienes que leer este libro.
Si has estado luchando en tu economía durante la mayor parte de tu vida casada, puede que estés perdiéndote el fluir de la provisión de Dios porque no estás alineado con el orden de Dios.
Si sientes menosprecio hacia tus padres, tienes que leer este libro.
Si no eres capaz de encontrar la guía que necesitas, puede que esto cambie después de aplicar los principios de este libro.
Si desprecias a tu jefe pero ese trabajo de tu sueños que siempre has deseado no termina de aparecerte, Dios puede que esté obrando. Sugiero que empieces a pedirle que cambie tu disposición en vez de tu vocación y empieces a hacer lo que las Escrituras dicen sobre los empleados y sus jefes.
 
Así que tomémonos el tiempo de explorar en profundidad este tema tan importante juntos para poder estar bajo el fluir de la bendición de Dios al aferrarnos a Su plan, que no sujeto en el tiempo, para nuestras iglesias y hogares.